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Además del concurso para elegir la Foto ITU del Año que nos lleva a revivir a través de imágenes la Serie de Campeonatos Mundiales de Triatlón ITU Dextro Energy 2011, los invitamos a recorrer junto a nosotros la serie de Campeones de campeonatos mundiales ITU. La misma apunta a recordar los mejores momentos de la serie 2011 y a conocer en más detalle a quienes se consagraron. Esta semana pasamos revista a Sidney, ronda de apertura, para encontrarnos con Javier Gomez, dos veces Campeón Mundial de ITU.

Las actuaciones masculinas de los últimos tres años en la Serie de Campeonatos Mundiales de Triatlón ITU Dextro Energy, indicaba que la batalla sería entre el español Javier Gomez y el británicoAlistair Brownlee . En el comienzo de esta temporada, Gomez contaba con dos Campeonatos Mundiales ITU, y Alistair con uno, el de 2009, aunque se había adjudicado la mayoría de las competencias Dextro Energy de los años 2009 y 2010. Ambos atletas están equipados con la capacidad de lograr resultados espectaculares en los segmentos pedestres, a menudo de menos de 30 minutos, y ambos han luchado por la victoria cabeza a cabeza en los metros finales.

Este año, sin embargo, fue el primero en que Gomez y Alistair se encontraron en la primera ronda de la Serie Dextro Energy. Ninguno había participado del evento de Tongyeong 2009, o del de Sidney 2010. El escenario anticipaba una carrera épica, y Gomez fue quien se la adjudicó.

Luego del segmento de natación en las aguas del famoso puerto de Sidney, Alistair Brownlee- junto a su hermano menor Jonathan Brownlee – se ubicaron a la cabeza. Pero Gomez les pisaba los talones. Aunque unos pocos atletas intentaron escapar en diferentes partes de la primera vuelta, ninguno logró hacer la diferencia por lo que se formó un numeroso pelotón de alrededor de 30 hombres. Luego comenzó a llover, y con ella, algunos atletas comenzaron a caer. El francés Tony Moulai, el mejicano Francisco Serrano y el neozelandés Clark Ellice tropezaron sobre el pavimento mojado, y Gomez cayó estrepitosamente en una esquina. Inmediatamente el atleta se levantó para ver cómo lo pasaban los hombres del pelotón. Claramente disgustado, Gomez admitió más tarde que llegó a pensar que su día acabaría en ese momento.

“Estuve por abandonar. Pensé que simplemente no era mi día, que debía dejar la carrera y comenzar a planificar para la próxima,” dijo Gomez en Beijing.

Pero algo hizo que el atleta montara nuevamente su bicicleta y comenzara a acelerar cuesta arriba camino a la transición. Ese fue el inicio de su regreso. Gomez avistaba a los líderes de la competencia, pero los últimos atletas del pelotón aún se encontraban a unos 400 metros. El grupo de perseguidores estaba a sus espaldas, por lo que su única posibilidad de llegar a los punteros, sería pedalear en solitario y tratar de alcanzarlos, lo que logró justo antes de entrar a la T2. Sin embargo, su ubicación no era la óptima: estaba a unos 30 segundos de los líderes. Gomez aceleró en el momento en que los hermanos Brownlee se ponían al frente de la competencia, junto al australiano Brendan Sexton , el francés David Hauss y el suizo Sven Riederer.

“Conseguí pasar a 45 atletas y traté de esforzarme al máximo en la vuelta final, todavía tenía chance,” dijo Gomez.

El comentarista de ITU, Barrie Shepley se preguntaba a voces si lo que veía era posible: “Miren la fatiga en la cara de Javier Gomez, ¿tendrá suficientes piernas? El esfuerzo que hizo en la bicicleta debe haber sido extenuante…y ahora va por un segmento pedestre de 10km en 30 minutos.”

Eso era lo que trataba de lograr, en la segunda vuelta llegó al grupo de cinco. Luego presenciamos otro momento de definición, cuando la lluvia se cobró una nueva víctima. Alistair Brownlee se resbaló y cayó en una esquina. Gomez comenzó a acelerar y en el kilómetro final marcó la diferencia, triunfando en el marco de una carrera que sería legendaria. Con una cadera magullada, y moretones en su cuerpo, Gomez manifestó que su bicicleta no tenía cubiertas apropiadas para la lluvia. Pero se sintió muy bien en el segmento pedestre y logró un tramo de 30 minutos y 9 segundos, 20 segundos menos que Jonathan Brownlee.

“Cuando crucé la meta, me sentí espléndidamente,” nos relata Gomez. “Cuando ganas gracias a un esfuerzo tan importante, se siente aún mejor.”

Gomez no pudo repetir la hazaña en ninguna carrera del resto de la temporada, los Brownlee llegaron a otro nivel en su camino a la Gran Final de la serie, donde fueron número 1 y 2. La temporada del atleta español fue sumamente consistente, se quedó con el bronce, pero su único otro triunfo fue el de la Copa Europea Premium en Banyoles. En Lausana consiguió la plata, allí Jonathan Brownlee demostró esprintar mejor. Sin embargo, la victoria de Gomez en Sidney nos recuerda todo de lo que este atleta es capaz. Lo que hace a un campeón es esa capacidad de recuperarse en la adversidad, de no cejar aún cuando todo parece imposible. Y gomez lo hizo en Sidney.