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Espiemos la vida de un triatleta por un momento: despertar, entrenar, alimentarse, entrenar, competir y entrenar un poco más. La vida es muy ajetreada, esencialmente se centra en el deseo constante de mejorar las tres disciplinas- natación, ciclismo y carrera a pie.

Teniendo en cuenta que la temporada dura lo que dura el año con los eventos necesarios para prepararse, fijarse metas y sueños, no queda mucho tiempo para pensar, trabajar o estudiar.

Sin embargo, la paratriatleta Kendall Gretsch se las arregla para lograrlo. La primavera pasada se graduó de la universidad donde estudió ingeniería biomédica. Ahora, Gretsch trabaja a tiempo completo para Epic Systems en Madison, Wisconsin, EEUU y además encuentra el tiempo para competir en el paratriatlón, también a tiempo completo. Recordemos que Gretsch es Campeona Mundial en la categoría del PT1 femenino.

Gretsch fue una niña muy activa y atlética, que si bien nació con espina bífida, defecto congénito que afecta la columna vertebral, pasó mucho de su tiempo en el ámbito deportivo. Esta participación la condujo hasta el paratriatlón.

“Crecí nadando, fue mi deporte principal, pero de muy chica jugué al softball y al basquetbol. En la secundaria nadé para el equipo de la escuela pero no era muy competitiva. Dejé de competir cuando comencé la Universidad y me involucre con el triatlón,” dijo Gretsch sobre sus comienzos en el deporte.  “El verano después de mi primer año decidí volver al deporte, quería nadar. Hice una práctica de natación y resulta que era la última de un grupo de adaptación donde conocí a alguien que me ayudó a encontrar el Dare2Tri. Me invitaron a una práctica de triatlón y a un campamento y lo hice, después hice mi primer triatlón y quedé completamente enganchada.”

Y ese fue solo el comienzo. Luego de su primera competencia de triatlón hizo algunas carreras locales. Cuando se dio cuenta que sus tiempos eran buenos, comprendió también que podría tener la chance de llegar más lejos. 

“Analicé mis tiempos y vi que eran competitivos, esa conección que logré con Dare2Tri fue muy importante porque muchos de ellos ya estaban compitiendo. Ellos me ayudaron, me dieron conocimiento para que mi tarea fuera más sencilla. En 2014 decidí que no me podía quedar en las carreras locales para siempre y entonces pensé en dar el salto al circuito ITU.”

Este salto rindió sus frutos ya que Gretsch ha logrado numerosos premios en lo que va de su corta carrera. Su primer año oficial fue en 2014 y ganó el título de Campeona Mundial, volviendo a triunfar este año en Chicago.

Sus hazañas asombran a la comunidad del triatlón, y del deporte en general. En el ESPY 2015 recibió la nominación como Mejor Atleta Femenina con una Discapacidad. Si bien no ganó dicha distinción, (otorgada a la nadadora paralímpica Becca Meyers) el honor de haber sido nominada la embargó de felicidad.

“Fue asombroso, inesperado, nunca se había pasado por mi mente que podría suceder. Fue una experiencia increíble, estar entre todos los atletas, fue algo inolvidable.”

En un lapso de tiempo tan corto, Gretsch se convirtió en la cara de la clase deportiva PT1 femenina. Y mientras que sus logros deportivos son asombrosos, los que ha conseguido fuera del deporte lo son aún más.

Mientras trabajaba para ganar dos títulos mundiales consecutivos, Gretsch fue estudiente de tiempo complete en la Universidad de Washington donde cursó en la Escuela de Ingeniería y Ciencia Aplicada, en un proyecto que la inspiró y cambió la vida de una niña de 13 años llamada Sydney.

El mismo comenzó como requisito para completar su proyecto de diseño y junto a dos estudiantes construyó un brazo protésico con una impresora 3-D.

“El departamento de bioingeniería había recibido unas impresoras 3-D y necesitaba alguien que las testeara. Las estuve probando todo el verano y aprendí cómo funcionaban,” dijo Gretsch explicando cómo se les ocurrió la idea para el proyecto. “Estábamos pensando qué hacer cuando me enteré que alguien estaba imprimiendo prótesis de manos, me pareció algo fantástico. Siempre había sentido interés en las prótesis y en la ortopedia porque yo siempre he tenido que usar aparatos ortopédicos, así que imprimir brazos continuó la idea original de las manos.”

“Trabajamos con un doctor ortopédico que se desempeña en el hospital asociado a la Universidad. Sydney era una de sus pacientes. Sabían que ella y su madre estarían encantadas de trabajar con nosotros, aunque no sería perfecto.”

La impresión del brazo implicaba que sería de plástico, por lo que no duraría tanto como una prótesis regular. Pero el costo sería mucho menor (alrededor de $200 USD, en comparación con una prótesis regular que llega a los miles) Pero la perfección nunca fue un factor determinante para Sydney, ella solo quería una cosa: que el brazo fuera rosado.

“Lo primero que le preguntamos fue el color. Ella estaba muy entusiasmada por probarlo. Tanto ella como su madre reconocieron que no sería una respuesta definitiva en cuanto a la durabilidad, pero que sería un punto de partida. Vieron el potencial.”

Luego de su graduación, Gretsch pasó la impresora a la clase siguiente, que continuó trabajando con Sydney para mejorar el brazo. En cuanto a Gretsch, ahora continúa encontrando el balance entre su estilo de vida tan ajetreado y sus sueños de atleta.

“Ahora trabajo a tiempo completo, eso me lleva muchísimo tiempo. El simple hecho de encontrar tiempo para entrenar es difícil. Tengo que ajustar mi estrategia para entrenar porque desde que comencé a trabajar mi tiempo no ha sido tan flexible. En cuanto a la motivación, siento que soy tan nueva que tengo mucho para aprender. Es excitante ir a las carreras, disfrutar. Implica mucho trabajo pero me encanta, quiero dedicarme a entrenar y hacerlo bien.”

En la clase deportiva del PT1 femenina no debuta en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, el potencial de crecimiento en el deporte es asombroso, así que por ahora, Gretsch está ansiosa por competir y quizás ganar un tercer Campeonato Mundial.

“Es extraño pensar que soy una Campeona Mundial, solo he competido por un par de años y mi vida dio un vuelco. Ha sido una época espectacular.”